domingo, 27 de octubre de 2013

Descanse en Paz, Mr. Lou Reed. Hasta siempre.

   Desde este espacio que ocupo en el mundo, quiero abrir el corazón una vez más y expresar muchas cosas que llevo dentro y compartirlas con vosotros. Si queréis...
   Esta tarde leyendo mi Twitter, me he enterado a través de la cuenta de The Who que se nos ha ido el gran Lou Reed.
   Para muchos de nosotros (muchísimos, diría yo) ha sido un mazazo, porque ha llenado y seguirá llenando muchos momentos especiales en nuestras vidas.
   El Rey del Underground, que empezó en esto de la música junto a Andy Warhol, tiene un gran repertorio de magníficas canciones, y ha inspirado a artistas y gente que ama la música. Un ser único y especial que no dejaba indiferente a nadie.
   A los que amamos la música que nos emociona nos ha dejado el alma triste. Igual que la marcha de tantos otros grandes: John Lennon, Freddie Mercury, Michael Jackson... Y tantos otros que se fueron.
   Más allá de la pérdida de un referente de la música mundial, una se plantea cosas más profundas cuando se entera de noticias así.
   Al pasar los minutos desde que la noticia ha hecho arder Twitter, he comenzado a recibir un río de sensaciones.
   Por ejemplo: ¿ Dónde se van los músicos grandes que nos dejan? ¿ Habrá un sitio especial para ellos donde nos sigan inspirando?
   También me planteo algo que viene como un abrazo cálido y una caricia necesaria: Tenemos que vivir la vida a cada segundo, beberla a sorbos largos y lentos. Amar sin medida, de corazón, y olvidarnos de gentes retorcidas que sólo viven para hacer daño.
Decirle te quiero a los que amamos. Saber que no es imposible querer a mares a alguien a quien no se conoce en persona, porque el alma puede viajar muy lejos a través de los bytes, de las ondas.
   Los milagros son cotidianos. Y si miras y escuchas bien, con el corazón, recibes mensajes preciosos.
   Feliz Vida a tod@s. Que la música acompañe cada momento de vuestras vidas.
   Desde el "Satélite del Amor" (Satellite of Love) todo mi cariño.

martes, 22 de octubre de 2013

La Fiesta del Cine

   Esta mañana estoy leyendo en Twitter que del 21 al 23 de octubre se celebra La Fiesta del Cine. Una magnífica iniciativa que organizan varias Federaciones de la industria del Cine y el ICAA.
   Seguro que hay mucha gente que, como yo, está deseando que llegue el primero del mes que viene para poder ir a ver alguna de las películas que se estrenan, dado el expolio que se está haciendo a nuestros sueldos últimamente. En fin... De eso creo que ya he hablado en varios posts, pero creo que no van a ser los últimos.
   Cerrando el paréntesis que abrí más arriba, y volviendo al tema del cine, aplaudo cada iniciativa que ayude al cine, la música, el teatro... A cada manera de repartir cultura a todos.
   Siempre recuerdo desde niña la ilusión que me hacía ir al cine con mi madre y mi hermano a ver las pelis de Disney, o cualquier otra que a los niños nos llenaba de ilusión. El olor a palomitas, la entrada a la sala y la expectación que se creaba cuando se apagaban las luces.
   Hasta recuerdo con cariño la música "ye-yé" del Movirecord que mis amigas y yo en nuestra juventud (y hasta de adultas) nos poníamos a bailar en la butaca.
   Cuando mi hermano era muy pequeñito, estaba continuamente preguntado a mi madre qué iba a pasar a continuación, no podía esperar un poquito más para averiguarlo.
   En todas las edades el cine emociona y hace soñar. Poder ver cine de países tan lejanos como India, China, Japón, de vecinos mediterráneos con Túnez, Turquía, Grecia, todos en sus idiomas originales, o poder ver una doblada al castellano, con los grandes profesionales del doblaje de aquí, felicitados muchas veces por los actores a los que doblan.
   Películas de amor, amistad, aventuras, enigmas, miedo, pelis que nos hacen pensar, reír, llorar, soñar...
   Cines para ir con la familia, los amigos, la pareja, el proyecto de pareja...
   Felicidades a la Industria del Cine por esta gran iniciativa que, ojalá, fuese para siempre. A ver si así, el gobierno y autonomías se dan por aludidos y se percatan de que es mejor muchos pocos que pocos muchos. Es decir, por si no se han enterado, que bajen el precio de las entradas y seguro que habrá beneficios.
   Por favor, no dejemos que nos quiten nuestros derechos más elementales: la educación, la cultura, el ocio. Tenemos derecho a soñar, a sentir, a vivir...

domingo, 13 de octubre de 2013

Creer y crear para seguir viviendo.

   A veces cuando una cree en la magia y expresa su admiración hacia cómo se manifiesta en la vida, de repente recibe respuestas que la verdad es que dejan un poso de tristeza. Por ejemplo, "sólo es casualidad, no debe haber historias bonitas como esa, es imposible que pasen en estos tiempos cosas extraordinarias..."
   Eso me pone triste. No puedo evitar que me alcancen los efectos de la incredulidad de algunas personas. Parece que se encuentran mejor inmersos en el miedo, la lógica que deriva de él, la misma maldita rutina de la que quieren salir...
   Y encima bajo ese punto de vista una parece la loca, la que se lo inventa todo, la diana de las risas de alguien...
   En fin, en estos casos lo mejor es reafirmarse en el instinto, la intuición que siempre ha funcionado, para bien y para mal.
   Pienso seguir creyendo que la vida es mucho más que todo lo plano, terrenal y aburridamente cotidiano, y la comodidad del miedo.
   Me da igual que algunos se rían de mi, que otros, o los mismos no me crean, o por lo menos hagan creer que es así para no arriesgarse. Yo seguiré creyendo en la magia, en el amor, en lo que no se ve...

martes, 8 de octubre de 2013

Punto de inflexión.

Hablamos siempre de perseguir sueños, de luchar por metas. De seguir las sensaciones, el instinto.
   Y cuando estamos casi a punto de lograr lo que deseamos integrar en nuestra vida, ¡zas! Nos morimos de miedo. Entonces, es cuando llega el punto de inflexión: O dejamos que el miedo invada todo como una plaga destructora que eche todo a perder, o lo reconocemos, lo abrazamos, y lo dejamos marchar para dar paso realmente a lo que nuestro corazón reconoce como suyo.
   ¡Sí! Somos humanos. El miedo está ahí acechando en cada esquina. En cada momento decisivo. Pero el miedo paraliza. Nos roba los sueños. Nos roba la magia. Y nos separa de nuestro corazón. Y no nos deja hablar con él en esos instantes en que no sabemos por qué camino tirar.
   Porque además, el miedo tiene un aliado muy fuerte: la mente. Los pensamientos se suceden rápidos y cada vez más grandes, como una bola de nieve cayendo por una ladera. Vale, es difícil callarlos, y más si seguimos la corriente de estos tiempos llenos de cambios en los que la energía vieja y obsoleta se empeña en resistirse a marchar.
   Yo te entiendo. Pero párate a pensar un segundo: ¿merece la pena quedarse a un milímetro de hacer realidad lo que siempre has soñado? ¿merece la pena rendirse? ¿de verdad que algún día miraremos hacia atrás con tristeza sintiendo que podíamos haber sido felices en toda faceta de la vida y elegimos ser abducidos por el monstruo del miedo?
   Yo también tengo miedo. Yo también tengo momentos malos en que los pensamientos negativos me miran fijamente. Pero me recojo en el corazón. Me planto en el presente, en el aquí y ahora y disfruto de los pequeños detalles que me ofrece la vida a cada paso que me llegan a través de cada sentido, de cada poro de mi piel. Si no fuera por eso, el pasado que ya no existe se repetiría hasta el aburrimiento. Si no fuera por eso, pensaría: ¡bah!me lo he estado imaginando todo y en realidad la magia no existe.
   Precisamente mis peores momentos han sido cuando no escuché a mi corazón. Que se quedaba triste mirándome entrar por la senda oscura de la tristeza y las malas experiencias y dispuesto a abrazarme y darme consuelo.
   Pero en ese punto de inflexión un buen día te paras y te preguntas si no vale la pena de una buena vez vivir lo que ya te pone una sonrisa en la cara, los pelos de punta, y mariposas en el estómago.
   ¡Adelante, ánimo! ¡vamos a vivir!

domingo, 6 de octubre de 2013

Gracias, amor...

   Desde siempre, en las novelas, obras de teatro, películas, etc., las historias de amor no terminan muy bien que digamos la mayoría de las veces.
   Con lo hermoso que es amar, me pregunto porqué a los humanos siempre les ha gustado el drama en las relaciones.
   Ahora estamos inmersos en un tiempo de cambios maravillosos y extraordinarios. Lo curioso es que esa sensación antigua aún nos pesa, y no nos acabamos de acostumbrar a lo hermoso que el Amor se manifiesta de manera sutil a través de los sentidos (oído, tacto, gusto, vista...) y más allá de ellos, cuando percibimos desde el corazón. Es decir, cuando se nos pone carne de gallina, tenemos mariposas en el estómago, nos nace una sonrisa tonta en la cara que no se nos quita nunca...
   Creo que, después de todo lo que me ha pasado durante mi vida, no recordaba esas sensaciones tan bellas, e incluso no acababa de creérmelas del todo. Pero he decidido que me encanta sentirme así, y que voy a devolver con creces todo lo hermoso que estoy recibiendo y a seguir dándolo yo también.
   Gracias, amor, por entrar en mi vida desde la distancia y por ir acercándote poquito a poco. Te abro las puertas de mi corazón, sin miedo, aunque con calma y prudencia.
GRACIAS.

viernes, 4 de octubre de 2013

¿Qué hago?

¿Qué hago? Dejo libre mi instinto e intuición, que cada vez se equivoca menos? ¿ Me permito sentir otra vez? ¿ Me olvido de lo que sufrí? ¿ De esos que me hicieron sentir la caída en picado hacia el pozo sin fondo del que no creí salir, de los que me robaron la capacidad de soñar y confiar? ¿ De los que enmudecieron mi voz?
   ¿Qué hago? ¿Vuelvo a creer que alguien me puede amar como soy? ¿ Vuelvo a repartir mi fe en la magia? ¿ Confío en mis sentimientos, en mi capacidad de leer en el aire los mensajes sutiles? ¿ Me doy la oportunidad de sentir a corazón abierto? ¿ O me encojo como la niña asustada que fui y creo que me lo inventé todo para construir un mundo mejor mientras muchas cosas se hunden a nuestro alrededor?
   Necesito sentir, necesito creer y crear la magia. Necesito intentar poner mi granito de arena para que la vida sea más bonita. Pero a veces regresa el miedo. A veces llama a la puerta la nube negra de que me estoy engañando, de que la magia sólo va en una dirección.
   Soplo y soplo para que se vaya el monstruo. Soplo para que se encienda la luz de nuevo. Para soñar despierta. Para hacer realidad ese sueño. Para corroborar que son ciertas las señales que me llegan. Para dejar que se disuelva de una vez lo que sufrí. Que no sea más grande que mis ganas de amar.
   Que mi sueño de que con amor y pasión todo se puede transformar se una al de muchos otros.
   Que los que creemos en la magia triunfemos por fin.
   Me da igual que me llamen cursi. Yo sé que el amor es la fuerza más grande del Universo. No dejaré que me hagan daño jamás.

miércoles, 2 de octubre de 2013

Sigue las pistas!

La verdad es que he pasado unos días un poco angustiados sintiendo en mis propias carnes la situación exterior, a varios niveles: laboral, social, etc. Cuando una es sensible no sólo se ve afectada por las tormentas internas. El temporal exterior también llega con más fuerza. Parece que te sientes merced a los elementos.
   Sin darte cuenta cada vez vas cayendo más y más rápido en la espiral de tristeza y en el sentimiento de que hay demasiada injusticia en el mundo. Encima tienes la necesidad de hacer algo, pero descubres que ya estás poniendo suficiente de tu parte, y lo que pasa es que hay demasiada resistencia de aquéllos que no quieren cambiar nada.
   Y sin pensarlo, amanece otro día y de pronto escuchas canciones que te hablan: Three little birds cantada por un chico en plena calle Arenal, te recuerda: "don't worry about a thing, 'cause every little thing gonna be alright" (no te preocupes por nada, que todo va a ir bien); En el móvil suena "Take it easy" (ten calma, tómatelo fácil); y para rematar, "All you need is Love" que te recuerda que todo viene y va hacia el Amor.
   De repente la tormenta se aleja y se despejan las nubes. Y sientes por fin que todo es más sencillo de lo que parece.
   Prueba a estar presente en tu vida, a calmar la mente, observar tu alrededor y seguir las pistas.
FELIZ VIDA!

No, señor@s, el amor no ha muerto. Y tampoco nuestra libertad de ser, de brillar, de expresar.

Buenas noches a todos:  Aquí estoy, escribiendo en mi blog, después de un tiempo. La inspiración, esta vez me ha visitado en forma de canció...