REFLEXIONES CON EL FRESCOR DE LA MAÑANA.

Estaba hace unos días esperando el bus en la parada, y se me apagó el móvil, por tanto no pude mirar cuánto tiempo faltaba para que llegase. Y me he sentido muy bien. Porque me ha ayudado a conectar con esa paciencia que poseo y que me ha anclado más en mi presencia. Recuerdo que antes esperábamos las cosas sin más. Los móviles, Internet, etc., en exceso nos desconectan del mundo y unos de otros. 

   Dejémoslos a un lado y conectemos más con nosotros mismos, unos con otros y con la Vida. 

   Hace un tiempo ya que reflexiono y "milito" en llevar la cabeza alta por la calle, observar la vida por la ventana del bus, mirar a la gente a los ojos, llamar por teléfono a mi gente y escuchar su voz, ir a comprar a las tiendas, conversar de tú a tú y usar Internet sólo para lo necesario. 

   Y de verdad que la vida se vive así mejor. 

FELIZ VIDA. ❤