miércoles, 28 de septiembre de 2011

Parejas...

Estaba pensando sobre qué tema escribir hoy y llevo unos días dándole vueltas a la cabeza a las relaciones de pareja de hoy en día. Se puede decir, como ferviente amante del Amor con mayúsculas, que soy un detector de personas que se aman verdaderamente: no me refiero a aquéllos que se besan, o se acarician en público, sino a los que se besan con la mirada, los que llevan en su ser la esencia del otro ser aunque no esté a su lado, los que se acarician con las palabras, los que no las necesitan para decirse lo que sienten. Los que no tienen vergüenza de sus sentimientos; los que se unen en uno siendo seres completos, hallando en el otro a su compañero, y no a la mitad de cualquier fruta.
   Los que se aman primero a sí mismos, conociendo incluso su lado oscuro, y después se atreven a entregarse al Amor, con lo que descubren que ya no tienen que buscar más porque en el fondo saben que su pareja "ideal" está ahí mismo, y aparecerá cuando realmente estén preparados.

   Es lo que yo anhelo, y lo que siento en mi corazón. Pero, por desgracia, sigue habiendo muchas personas en el mundo aferrados a alguien por quien ya no sienten nada, o nunca lo han sentido; sigue habiendo gente que piensa que el Amor realmente no importa cuando nos unimos a alguien, que hay otras cosas que importan más: el dinero, la estabilidad, la costumbre, el "respeto", la familia (esto me suena a mafia), los hijos (ay!, qué equivocados están al ponerlos como escudo), el egoísmo, el pensar que, ya que están en esa situación, "¿por qué cambiar ya de pareja?, ya sufro yo en silencio, enamorado de otra persona, y soñando en lo que pudo haber sido y no fue".
   Queridos, es mejor asumir las vivencias, quedarnos con los buenos momentos, y lo aprendido de los menos buenos, y ser valientes de quedarnos en soledad voluntaria con nosotros mismos un tiempo, para darnos la oportunidad de conocernos, aceptarnos y amarnos a nosotros mismos, y descubrir que el Amor es Todo, el Amor rodea el mundo, y que nos baña a cada instante. Y entonces... surge el milagro.
¿Y tú, Amas?

viernes, 9 de septiembre de 2011

Indignados... y responsables

Escucho a un padre de familia en la cola del bus decir a su mujer que (lo que sea que estuvieran hablando), podían mandar a solucionarlo a los indignados, que ni siquiera se ponen de acuerdo entre ellos. y, para rematar, suelta que a la gente hay que decirle cómo hacer las cosas, entre otras muchas "lindezas" que he escuchado.
   La conclusión de lo que pienso acerca que su diálogo, es que, al menos, los que estamos indignados con la vieja energía que sigue circulando, resistiéndose a cambiar todo esto para bien, tenemos la certeza interior de que somos NOSOTROS los responsables del cambio desde el fondo de nuestro corazón hacia el corazón de la Tierra. Y lo primero que tuvimos que hacer fue despertar, después, indignarnos, y después, ACTUAR.

Conexiones


A estas alturas de mi vida, ya me queda claro que todo, absolutamente todo en el Universo está conectado. Ya hablaremos en otro post cómo los pensamientos y emociones pueden cambiar radicalmente una situación. De hecho, como dice Gregg Braden en su Código de Creencias: " Lo que creemos que es verdad en la Vida, puede ser más poderoso que lo que otros aceptan como verdad"


   Pero hoy me referiré a las conexiones entre Seres Humanos. Pienso, y realmente siento, que todos estamos conectados a nivel espiritual, más sutilmente de lo que observamos diariamente, tengamos un vínculo familiar, sentimental, amistoso, social, laboral, o simplemente como habitantes del mismo planeta.
   A veces, cuando perdemos el contacto cercano con alguien que alguna vez fue importante para nosotros, en cualquier sentido, pensamos que esa conexión se ha roto, pero nada más lejos de la realidad.
   Si lo vemos bajo el prisma de la Física Cuántica, sería como una onda que al observarse se convierte en partícula. Esa persona sigue ahí, haciendo su vida "lejos" de nosotros, pero esa vida se hace más patente y presente para nosotros cuando tomamos conciencia de su presencia.
   La mayoría de las veces ocurre cuando más lo necesitamos o estamos más preparados para ello. O bien, cuando ambos hemos vivido nuestra etapa de aprendizaje y estamos listos para encontrarnos.


   Cuando menos lo esperamos, surge mágicamente ese encuentro, cuando nuestra mente está distraída en el quehacer diario. Cuando tomamos atención a nuestro alrededor, aparece él (o ella), y miles de sensaciones y sentimientos se disparan.
   Todo el pasado se torna presente, y los buenos recuerdos almacenados salen de sus cajones para adornar nuestro cuarto, iluminado por la certeza de que, al fin, estamos listos para amar y ser amados.
   Aunque en ocasiones necesitemos más pruebas...

No, señor@s, el amor no ha muerto. Y tampoco nuestra libertad de ser, de brillar, de expresar.

Buenas noches a todos:  Aquí estoy, escribiendo en mi blog, después de un tiempo. La inspiración, esta vez me ha visitado en forma de canció...