domingo, 2 de febrero de 2014

2014. El año de personas trabajando para personas.

La verdad es que, a pesar del amor que le tengo a mi trabajo, me ha dolido mucho que alguien me dijera que me limitara a dar mis clases e irme, cosa que no entiendo ni entenderé. Eso sí, no soy la única. La mayoría de la gente que me conoce y a la que se lo he contado piensa lo mismo.
   Esto me ha hecho reflexionar estas últimas semanas acerca de los que comparten esa absurda opinión. Lo siento mucho, pero yo siempre seré de la gente que le gusta tratar con Seres Humanos así con mayúsculas. Es increíble la transformación que sufre una persona a la que miras a los ojos, de la que te preocupas de corazón. Alguien, por ejemplo, que va sentado frente a ti en el metro y con quien compartes una sonrisa fugaz. O alguien a quien no conoces en persona y con el cual te comunicas a través de las redes sociales y a quien parece que conoces desde siempre. O a un alumno, en mi caso, a quien escuchas, y le das todo el cariño que necesita en ese momento, además de impartir tus clases.
   No pienso pedir disculpas por ser Humana, ni mucho menos. Y sé que hay mucha gente como yo, intentando hacer magia cada día en nuestras vidas, y buscándola en cada momento, en cada mirada, en cada voz, canción, en cada corazón.
   Espero que el 2014 sea el Año de las Personas trabajando para las Personas.

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