Observo a la gente que me acompaña en el trayecto para ir a trabajar. Me entristecen comportamientos innecesarios. Como que alguien intente adelantarte como si estuviera en una carrera de obstáculos. O lanzarse literalmente a través del paso de cebra sin esperar que cambie el semáforo. Creo que sus ángeles de la guarda hacen trabajo extra. Deberían darles un premio o al menos vacaciones extra.
Me río en este momento, porque escribo escuchando música, y llevo la banda sonora ideal: Mad world, de R.E.M.
Creo que todos, y me incluyo yo también, por supuesto, aún nos dejamos atrapar demasiado por la mente, y por las energías ajenas que nos rodean. ¿Qué tal si intentamos tener más empatía, y más cariño y respeto por nosotros mismos?
Mi reflexión final es para compartir con vosotros que queda absolutamente comprobado que una sonrisa cambia radicalmente todo lo negativo que pudiera suceder.
Que tengáis muy feliz semana, amáos mucho y sonreíd.
Un lugar seguro donde expresar y compartir lo que siento y mis energías con vosotros, en Amor y Luz.
miércoles, 25 de septiembre de 2013
Reflexiones desde el tren.
miércoles, 18 de septiembre de 2013
La buena música que emociona
Casi todas las mañanas, cuando voy a trabajar voy escuchando música. A veces me emociono, y no sólo se me ponen los vellos de punta, se me saltan las lágrimas. Incluso a veces me encuentro a la gente mirándome fijamente, preguntándose qué me habría pasado.
En todas décadas, la mayoría de los jóvenes piensan que la mejor música es su contemporánea. Pero siempre hay chicos que descubren la música de otras épocas por sus padres, abuelos, tíos... E incluso a veces se sienten patitos feos porque los demás no entienden porqué prefieren esa música a la actual.
Yo tuve la gran suerte de nacer a finales de los 60. Con lo cual viví tiempos magníficos de creación musical, los 70 y los 80, y buena parte de los 90. Pero pienso que, aunque hay décadas en las que, por alguna mágica razón, se ha creado mejor música y en más cantidad que en otras, lo que importa realmente es que una canción te llegue a la piel, a las entrañas. Puede que esas generaciones de músicos vivieran un tiempo de cambios de esos que remueven el alma y el corazón. El Rock, Punk, y demás estilos musicales nacen de la rebeldía y las ganas de expresarse y cambiar cosas.
A cada uno de nosotros le emocionan unas canciones diferentes que a otros.
Por vivencias, o lo que quiera que sea. No lo sé. De lo que sí estoy segura es que detrás de lo que se puede oír hay vibraciones que se sienten dentro del alma. Lo que siente un músico cuando escribe una canción, seguro que en algún rincón de la Tierra le llega a lo más profundo del corazón a más de un ser humano que vibra igual. Esa es la magia de la música.
sábado, 7 de septiembre de 2013
Adiós Juegos Olímpicos. Pero no dejemos de soñar.
Ahora mismo mi ciudad llora. En silencio. No pasamos el primer corte de las votaciones de la candidatura para los Juegos Olímpicos de 2020. Una mezcla de perplejidad, tristeza y muchas emociones más flota por el país.
Pero por favor, no dejemos de soñar. No abandonemos la ilusión ni la pasión por realizar grandes proyectos. Nos hemos caído y levantado muchas veces. Y sabemos que lo importante es la fuerza con la que nos ponemos en pie.
No sabemos el motivo de nuestra eliminación, no sabemos los criterios de voto del C.O.I. Pero la vida sigue. Y los sueños individuales y colectivos no se deben abandonar nunca.
Adelante. Con Amor, con Pasión, con fuerza y energía positiva siempre.
viernes, 6 de septiembre de 2013
Todo va a ir bien.
Hoy es de esos días en que una guarda en su interior una sensación de que todo va a ir bien. A pesar de que de repente descubres una pequeña "injusticia" que se ha salido con la suya y ha entrado en escena, y encima ya la veías venir desde lejos.
Más que patalear, rabiar o algo parecido, a pesar de que alguien haya querido pasar por encima de mi cabeza y haya intentado arrebatarme parte de mi propia energía, tengo la sensación interior de que es una puerta para mejores oportunidades para mi. Y que una de mis más poderosas armas es mi sonrisa. No una maliciosa, ni falsa, ni de auto-engaño.
Una sonrisa desde el corazón. Para los demás, y para mi. Como una caricia de una madre a su hijo para decirle que todo está bien. Que no va a pasar nada malo. Que lo ocurrido sirve para sacar lo mejor de mi hacia el mundo. Que ya está bien de sentirse invisible. Que mi voz, mi ser, mi alma están ahí.
Y el pobre ser humano que necesita "robar" la energía y el espacio de otro para avanzar en la vida, bastante trabajo tiene en su interior...
Alguien puede intentar copiar el trabajo de alguien por lo que sea. Pero nunca será igual, porque cada uno de nosotros tenemos una esencia que no se puede imitar. Seamos nosotros mismos y amémosnos tal cual.
Voy a guardar esta sensación de seguridad, alegría tranquila y paz interior dentro de mi corazón. Seguro que habrá momentos en que necesitaré recuperarla y darle un traguito.
No, señor@s, el amor no ha muerto. Y tampoco nuestra libertad de ser, de brillar, de expresar.
Buenas noches a todos: Aquí estoy, escribiendo en mi blog, después de un tiempo. La inspiración, esta vez me ha visitado en forma de canció...
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