martes, 6 de julio de 2010

Night & day...

Cuando estaba en esto de la farándula, muchas veces vivíamos de noche, incluso, después de cantar, nos íbamos al Lady Pepa (qué lugar más peculiar, había que llamar la timbre y bajar hasta el sótano...), o la Recova, para tomarnos una deliciosa comida argentina, o un plato de espaghetti o unas deliciosas albóndigas. Muchas veces salíamos de día, directamente a Sol a comprar el periódico. Era, digamos, que divertido. Tenía su magia. Conocías gente muy especial, y se creaban momentos mágicos. Como cuando cerrábamos la puerta del Rincón del Arte y nos quedábamos tocando y cantando, y comiendo unos sandwiches.
Pero, ¡ay! amigos, cuando una cambia de hábitos y se ve levantándose temprano por la mañana, viendo amanecer muchos días, sintiendo el olor fresco de la lluvia, o las flores, y el frescor anterior a un día sofocante de verano, la vida que te da la luz del sol, aunque esté nublado, entonces pienso que prefiero las noches para hablar con mis amigos,  para descansar escuchando los grillos (últimamente oigo pocos, la verdad), pasear por el pedazo de parque de mi barrio, tomar unas cañitas en las terrazas... de vez en cuando, cine, conciertos (sobre todo de mis amigos), cena con amigos... y dormir... después de un día agotador y, puede que algo malhumorado.
El peligro viene cuando suelto la frasecita mágica: "hoy me acuesto temprano, esta vez sí". Parece un conjuro invertido; es matemático, pase lo que pase, me lío yo solita y no estoy en la cama antes de las 2 ó las 3, o como el miércoles pasado, a las 4. Por lo menos ese día fue por algo agradable: una larga conversación cibernética con un muy buen amigo de hace muchos años. Ahora, nuestras largas conversaciones de mesa o travesía nocturna cara a cara, se han convertido en pantalla a pantalla, con un timbrecito que nos avisa de cuando interviene cada uno. Pero no han perdido su lado especial. Por lo visto, no puede ser de otra manera. Vamos a aceptarlo así...
Creo que deberíamos todos en general, vivir la vida más simplemente, más centrados en el corazón; ahora creemos que muchas veces estamos en control de nuestras vidas, pero en ocasiones no lo parece, al menos. Nos dejamos llevar por el miedo o la comodidad, o quizá, envolvernos por alguien que sí se cree con el poder para dirigir nuestras vidas, sea cual sea su motivo oculto. Aunque nos creamos que no puede ser que alguien pueda controlarnos de esa manera, muchas veces pasa. El truco es no caer en sus redes... sin más.
Yo hace tiempo que me bajé de ese barco, y quizá por eso, a veces me siento incomprendida por algunas personas que pasan por mi vida (pocas, la verdad).. Pero, os puedo asegurar que duermo muy bien, y que me siento muy a gusto contando con mi corazón en la mayoría de las decisiones que tomo en mi vida.
Por cierto, como dice el título del post, Night & Day, yo siempre disfruto lo mejor de cada parte del día. Vivo cada instante como si fuera el único... bebo la vida a sorbos...
Os quiero, Feliz Vida.

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