Estaba pensando sobre qué tema escribir hoy y llevo unos días dándole vueltas a la cabeza a las relaciones de pareja de hoy en día. Se puede decir, como ferviente amante del Amor con mayúsculas, que soy un detector de personas que se aman verdaderamente: no me refiero a aquéllos que se besan, o se acarician en público, sino a los que se besan con la mirada, los que llevan en su ser la esencia del otro ser aunque no esté a su lado, los que se acarician con las palabras, los que no las necesitan para decirse lo que sienten. Los que no tienen vergüenza de sus sentimientos; los que se unen en uno siendo seres completos, hallando en el otro a su compañero, y no a la mitad de cualquier fruta.
Los que se aman primero a sí mismos, conociendo incluso su lado oscuro, y después se atreven a entregarse al Amor, con lo que descubren que ya no tienen que buscar más porque en el fondo saben que su pareja "ideal" está ahí mismo, y aparecerá cuando realmente estén preparados.
Es lo que yo anhelo, y lo que siento en mi corazón. Pero, por desgracia, sigue habiendo muchas personas en el mundo aferrados a alguien por quien ya no sienten nada, o nunca lo han sentido; sigue habiendo gente que piensa que el Amor realmente no importa cuando nos unimos a alguien, que hay otras cosas que importan más: el dinero, la estabilidad, la costumbre, el "respeto", la familia (esto me suena a mafia), los hijos (ay!, qué equivocados están al ponerlos como escudo), el egoísmo, el pensar que, ya que están en esa situación, "¿por qué cambiar ya de pareja?, ya sufro yo en silencio, enamorado de otra persona, y soñando en lo que pudo haber sido y no fue".
Queridos, es mejor asumir las vivencias, quedarnos con los buenos momentos, y lo aprendido de los menos buenos, y ser valientes de quedarnos en soledad voluntaria con nosotros mismos un tiempo, para darnos la oportunidad de conocernos, aceptarnos y amarnos a nosotros mismos, y descubrir que el Amor es Todo, el Amor rodea el mundo, y que nos baña a cada instante. Y entonces... surge el milagro.
¿Y tú, Amas?
Los que se aman primero a sí mismos, conociendo incluso su lado oscuro, y después se atreven a entregarse al Amor, con lo que descubren que ya no tienen que buscar más porque en el fondo saben que su pareja "ideal" está ahí mismo, y aparecerá cuando realmente estén preparados.
Es lo que yo anhelo, y lo que siento en mi corazón. Pero, por desgracia, sigue habiendo muchas personas en el mundo aferrados a alguien por quien ya no sienten nada, o nunca lo han sentido; sigue habiendo gente que piensa que el Amor realmente no importa cuando nos unimos a alguien, que hay otras cosas que importan más: el dinero, la estabilidad, la costumbre, el "respeto", la familia (esto me suena a mafia), los hijos (ay!, qué equivocados están al ponerlos como escudo), el egoísmo, el pensar que, ya que están en esa situación, "¿por qué cambiar ya de pareja?, ya sufro yo en silencio, enamorado de otra persona, y soñando en lo que pudo haber sido y no fue".
Queridos, es mejor asumir las vivencias, quedarnos con los buenos momentos, y lo aprendido de los menos buenos, y ser valientes de quedarnos en soledad voluntaria con nosotros mismos un tiempo, para darnos la oportunidad de conocernos, aceptarnos y amarnos a nosotros mismos, y descubrir que el Amor es Todo, el Amor rodea el mundo, y que nos baña a cada instante. Y entonces... surge el milagro.
¿Y tú, Amas?