jueves, 27 de noviembre de 2014

¡Sí se puede! A pesar de unos pocos...

Estoy un poquito harta de que se nos ningunee a los que sabemos que se pueden cambiar las cosas.
   Estoy un poco cansada de que se le dé liderazgo y poder de decisión a los que piensan que el dinero puede comprar la vida o incluso el amor. El dinero ha de ser una ayuda, un medio para nuestros propósitos, para que nuestros sueños sean realidad, no un destino en la vida, o un medio para pisar a quienes tienen realmente el poder de brillar.
   Estoy triste por que 4 miserables piensen que pueden pisar a quienes brillamos desde el corazón hacia afuera, y a quienes sabemos que cualquier cosa que nuestro corazón nos diga es la verdad, y nada más que la verdad.
   El brillo de lo material, jamás podrá con el brillo de humanos que trabajan para humanos, y aman con el alma.
   Sabemos que si nos amamos a nosotros mismos, y unos a otros, la abundancia viene de serie.
   Así que, a seguir soñando con los pies en la tierra. Que sí se puede! Con alegría, pasión, honestidad, integridad, fe y mucho Amor

domingo, 9 de noviembre de 2014

Amor y comprensión ante todo, por favor...

   En estos tiempos de cambio es necesario centrarse en el corazón. Hay demasiado caos (cosa natural cuando algo necesita tanta transformación), y mucha gente anda dando vueltas sin rumbo. Y lo que es peor, o quizá mejor para poder distinguir con claridad, se aumenta la diferencia entre seres humanos de corazón noble, limpio y sincero, y los que van queriendo robar las energías o comportamiento de los primeros, y encima no les dejan brillar en todo su esplendor, pensando que así dejarán de existir... Nada más lejos.
   Debido a estos cambios tan caóticos, a veces, sin darnos cuenta, podemos descargar nuestro dolor, impaciencia o rabia en quien más amamos y nos ama. No sólo podemos hacer sufrir con esa actitud a quien nos ama, sino que nosotros también vamos a sufrir viendo cómo sufren ellos, porque nuestro vínculo de amor es muy fuerte y sentimos lo que el otro siente (empatía).
   Pero también, del otro lado, si también nos conectamos con esa misma empatía a nuestro amor, podemos comprender que ha sufrido mucho y tiene miedo a volver a sentir ese dolor ahora, y quizá se siente perdido y desconcertado.
   Házselo saber con ternura, comprensión y mucho, mucho amor. Que le hace mucha falta... Y al mundo le hace falta gente como nosotros, que se ame de verdad.
  

No, señor@s, el amor no ha muerto. Y tampoco nuestra libertad de ser, de brillar, de expresar.

Buenas noches a todos:  Aquí estoy, escribiendo en mi blog, después de un tiempo. La inspiración, esta vez me ha visitado en forma de canció...