Era una vez una comarca que sufría inundaciones por las constantes lluvias torrenciales. Había un hombre en su casa donde el nivel del agua subía cada vez más. Rezaba y rezaba desesperado a Dios pidiendo un milagro. De pronto apareció un coche de Policía y le pidió que subiera. El se negó, diciendo que esperaba ayuda de Dios.
Como la planta de abajo se inundó del todo, subió al primer piso, y se asomó al balcón rezando aún más intensamente. Por favor Señor, un milagro. De repente apareció una lancha de rescate de la Guardia Civil y le pidió que subiera. El contestó que no, que esperaba un milagro de Dios. Seguía subiendo el agua y no tuvo más remedio que subir al tejado. Apareció un helicóptero de rescate de Cruz Roja y por el megáfono le rogaron que subiera. Pero tercamente se volvió a negar por tercera vez.
Finalmente el hombre se murió y subió al Cielo. Cuando llegó increpó a Dios que por qué no le había enviado un milagro para salvar la vida. Y Dios le dijo: Hijo mío, te envié un coche de Policía, una lancha de Guardia Civil y un helicóptero de Cruz Roja. Si te parecen pocos milagros... Te has muerto porque no has creído en la magia y los milagros.
Los milagros y la magia ocurren cada día. En lo cotidiano y con ángeles humanos entre nosotros. No los niegues nunca. Tu corazón sabe siempre. Nunca se equivoca.
A vivir. A hacer magia. A creer en el AMOR y en la gente que.realmente merece la pena.
Un lugar seguro donde expresar y compartir lo que siento y mis energías con vosotros, en Amor y Luz.
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