Esta mañana iba como siempre a trabajar, esta vez en tren. Como todos los miércoles. Estaba escuchando música con mis auriculares, y de pronto sonó una delicia musical que, para mi, además de Music de John Miles es todo un himno a ese arte que une sonidos de forma tan mágica: La August Rhapsody de la banda sonora de la película August Rush.
De repente me dejé llevar por los sonidos que poco a poco se iban incorporando, cerré los ojos y me fundí con los instrumentos.
Al finalizar la música me di cuenta de que estaba llorando. Las lágrimas cayeron de mis ojos al abrirlos como en cascada.
Y mi reflexión en ese momento fue, que si todos hiciéramos lo mismo por un rato antes de ir al trabajo, a estudiar o donde quiera que vayamos, nos llevaríamos ese precioso momento de iluminación a cualquier lugar a donde nos dirijamos. Así no iríamos tan serios, incluso enfadados, diría yo. Y hasta sonreiríamos y todo!
Probadlo, de verdad funciona. Es un pequeño gesto que puede cambiar tu día por completo. Y empezar a cambiar tu vida.
Un lugar seguro donde expresar y compartir lo que siento y mis energías con vosotros, en Amor y Luz.
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