Hoy comiendo estaba reflexionando que bendecir la comida realmente no es ninguna tontería. Es más, si no crees en ninguna religión, también es bonito este ritual.
Simplemente agradece los alimentos que hay en los platos y fuentes. Los animales, verduras y demás de los que proceden. El sol, el agua y la tierra que los han hecho crecer, y las manos de las personas que los han cultivado y procesado. Incluso el amor que la/el cocinera/o ha puesto para que lo comamos. Incluso si eres tú mismo/a o si estás comiendo sólo.
Comer y cocinar son actos sagrados. Como cada momento del día. Y debemos sentirlo así en nuestro corazón. Masticar despacio saboreando cada bocado, y después de haber dado gracias por la comida de cada día.
Seguro que hasta nos sienta muchísimo mejor la comida, ya veréis.
Buen provecho!
Un lugar seguro donde expresar y compartir lo que siento y mis energías con vosotros, en Amor y Luz.
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